Abril mes de Prevención
¡Felices Pascuas! ¡Aleluya, Jesucristo ha resucitado! ¡Aleluya!
Abril es el mes de la Prevención del Abuso Sexual y la Prevención del Abuso Infantil. Es un tiempo que nos invita a conocer los problemas y los crímenes asociados con la agresión sexual y el abuso infantil. También es un tiempo para enfocarnos en cosas positivas. ¿Cómo vamos a mostrar mas respeto el uno por el otro? Independientemente del sexo o la edad de las otras personas, todos merecen respeto. Nuestro Salvador y Mesías, Jesucristo, se enfoco en mostrarnos en el amor y el respeto mutuo que debemos aprender, demostrar y practicar.
La semana pasada escribí sobre la evangelización, es decir, compartir a Jesucristo con los demás. Esto significa que debemos llegar a conocerlo y seguirlo. Mientras lo seguimos, aprendemos a orar y a adorarlo. Finalmente, querremos imitar a Jesús cuando nos encontremos con otros con quien compartiremos.
Con respecto al abuso sexual y la prevención del abuso infantil, como seguidores de Jesús debemos recordar cómo Jesús respetó, cuidó y amo a los demás. Debemos observar el respeto que mostró por los vulnerables. Los vulnerables son más susceptibles a asalto, acoso, abuso e intimidación.
Para poder evangelizar eficazmente, la Diócesis de Green Bay nos está pidiendo que usemos el método "Descubrir, Seguir, Adorar y Compartir a Jesús". Debemos recordar que Jesús era real y auténtico. Él vivió y se relacionó con los demás de manera normal. En cada relación, deseaba sanar, liberar, enseñar y sacar lo mejor de la otra. Él no los dominó. Por ejemplo, cuando sanó a los diez leprosos, les habló como personas que merecían ser sanados, no como personas a las cuales debemos rechazar. Él hizo lo mismo con la mujer con la hemorragia. Él tuvo un encuentro con ella y ella uno con el. Él la envió a ella como una mujer sana y llena de fe. Esto fue similar a la mujer que cometió adulterio. Él la vio como una persona que podía ser mejor y la envió como una mujer a la que no condenó, pero a la que instruyó a "no pecar más". Jesús muestra respeto, que es lo opuesto al asalto y al abuso.
Las parábolas de Jesús también son poderosas lecciones de respecto. El buen samaritano pertenece a un grupo del que los judíos desconfiaban. Aún así, nadie podía negar que el samaritano hizo un acto generoso al ayudar al hombre que había sido golpeado y asaltado. Además, el hijo pródigo no es condenado, sino recibido con amor y perdón. ¿Quién puede negar misericordia a su familia?
¡Seamos cristianos auténticos al descubrir a Jesús y su poder para guiarnos hoy!
¡Felices Pascuas! ¡Aleluya, Jesucristo ha resucitado! ¡Aleluya!
Paz, Padre Andy