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Honestidad, Moralidad e Integridad

¡Felices Pascuas! ¡Aleluya, Jesucristo ha resucitado! ¡Aleluya!

      La honestidad, la moralidad y la integridad son valores y principios por los cuales debemos vivir nuestras vidas cristianas. Se puede decir que estos mismos valores y principios son la base de la filosofía humanista por la cual incluso los ateos tratan de vivir sus vidas basadas en ellos. No pedimos algo extraordinario de nosotros mismos o de los demás cuando basamos nuestras vidas en estos valores. Dicho esto, me pregunto si hemos bajado nuestras expectativas para aquellos que tienes puestos en cargos públicos.

      Debemos tener expectativas altas de nuestros líderes nacionales, estatales y locales. Demasiados de ellos nos están decepcionando con deshonestidad mientras mienten públicamente o insinúan acusaciones falsas sobre sus oponentes políticos y personales, y / o se involucran en un comportamiento inmoral, etc. Aquellos que entran en un cargo público siendo electos o  designados a cierto cargo, nos dicen que lo hacen porque quieren servir al público. El servicio público es algo sobre lo que el público necesita ser mas exigente. La frecuencia y regularidad con que ocurre la deshonestidad y la inmoralidad no hace que sean más aceptables en ningún nivel.

      Tenga en cuenta que no dije que todos nuestros líderes son deshonestos y egoístas. Hay muchos que hacen todo lo posible dentro de un sistema de gobierno defectuoso. No obstante, todos los servidores públicos tienen la responsabilidad de mantener a sus colegas en un nivel alto referente a su comportamiento ético. Los funcionarios elegidos y designados deben utilizar métodos que les permitan rendir cuentas mutuamente para mantener la integridad de las diversas ramas del gobierno. Se han organizado comités de ética, paneles de revisión, comités de supervisión, etc. para denunciar a aquellos que han caído en la tentación de usar su oficina para beneficio personal o para ayudar a socios comerciales, familias o amigos.

      Las elecciones son otra forma de evaluar y decidir quién es digno de asumir la alta vocación de servicio público. Sin embargo, las elecciones no siempre ocurren con la frecuencia necesaria para responder de manera oportuna al comportamiento no ético o ilegal. Si un funcionario no sigue la ley o hace algo no ético al comienzo de su mandato, debería haber medios para juzgar ese comportamiento y ofrecer un remedio mas rápido o eficaz.

      En última instancia, espero que no bajemos nuestras expectativas con respecto al servicio público. Creo que habrá MÁS mujeres y hombres inteligentes, humildes y dedicados a servir a sus vecinos que buscarán un puesto, SI nos enfocamos en mantener estándares altos con respecto a su comportamiento. Sigamos atentos y exigentes con nuestros servidores públicos.

¡Felices Pascuas! ¡Aleluya, Jesucristo ha resucitado! ¡Aleluya!

Paz, Padre Andy