¿Dios Me Ama A MI?
¿Dios me ama? ¡INDUDABLEMENTE! ¿El amor de Dios me hace una mejor persona? ¡SI! ¿Qué requiere el amor de Dios de mí? ¡AMAR A DIOS, A MÍ MISMO Y A MIS SEMEJANTES!
La temporada de Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza esta semana. Sugiero que consideremos las preguntas y respuestas anteriores como tema central para nuestras reflexiones espirituales y decidir como las pondremos en práctica durante la Cuaresma. Podemos utilizar ayuno, oración, sacrificios espirituales y corporales, obras de caridad y otras disciplinas para facilitar una Cuaresma plena y llena de crecimiento. Pero, el objetivo debe orientarse hacia las verdades mencionadas anteriormente: somos amados, tenemos potencial a la santidad debido a ese amor y somos responsables de amarnos a nosotros mismos y a los demás.
Jesús nos ordena arrepentirnos y reconocer que el Reino de Dios está cerca. Diariamente debemos seguir estos mandamientos. Al arrepentirnos de nuestros pecados, podemos comenzar a aplicar la gracia del amor de Dios a esas áreas de nuestras vidas donde se nos dificulta tratar con quién no amamos. Al reconocer que amar al prójimo es indispensable en el Reino de Dios, veremos cómo debemos superar los celos, la envidia, el prejuicio, juzgar a los demás, el racismo, el chisme, etc.
En el Reino de Dios, donde se reconoce la ley de Dios, nuestra igualdad como seres humanos es clara. Celebramos las diferencias y reconocemos la riqueza de los demás incluyendo su historia personal y colectiva, cultura, costumbres, idioma, comida, filosofías, etc. Empezamos con otros católicos y cristianos, pero no nos detenemos allí. Buscamos demostrar el amor de Dios a todas las personas de buena voluntad.
Sin duda nos encontraremos con aquellos que están atrapados por el mal, el egoísmo, la duda, la violencia y otras características que actúan como obstáculos. También nos encontraremos con otros que están profundamente dañados por el abuso, la adicción, la tortura, el hambre, la sed, la pobreza y los malos hábitos. Las preguntas que quedan para ellos son las misma que tenemos nosotros: ¿Dios nos ama? ¿El amor de Dios nos hace mejores personas? ¿El amor de Dios requiere que amemos a nuestro prójimo? SÍ, es la respuesta a las tres preguntas! Por esta razón NUNCA dejamos de tratar de liberarnos del mal y vivir en el Reino de Dios.
En el mundo actual en el que vivimos, en la nación de los Estados Unidos, en el centro del Condado de Brown en Green Bay, como miembros de la Iglesia Católica aquí en la Parroquia St. Willebrord, ¡queremos comunicarle al mundo que DIOS AMA A TODOS! Que la temporada de Cuaresma sea una temporada de amor a Dios, a uno mismo y a los demás, incluso mejor que en el pasado.
Paz, Pr. Andy