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Unción de los Enfermos

El 28 y 29 de Marzo, ofreceremos el Sacramento de la Unción de los Enfermos durante la Misa. Ofrecer el Sacramento es una forma de que nos demos cuenta del poder sanador de nuestro Señor, que nos ve nuestras necesidades y nos ama. La unción en la misa también nos ayuda a recordar el poder y el valor del Cuerpo de Cristo, la Iglesia. Todos los fieles están correctamente llamados a participar en la Unción de los enfermos, mientras rezan para que toda la comunidad sea más fuerte, incluso cuando sus miembros más vulnerables reciben el Sacramento.

      De acuerdo al Catecismo de la Iglesia Católica (#1520ff) los efectos del sacramento son los siguientes:

a) la unión del enfermo a la pasión de Cristo, para su bien y el de toda la Santa Iglesia;

b) recibe la gracia de consuelo, de paz y de ánimo para vencer las dificultades propias del estado de enfermedad grave o de la fragilidad de la vejez.

c) Esta asistencia del Señor por la fuerza de su Espíritu quiere conducir al enfermo a la curación del alma, pero también a la del cuerpo, si tal es la voluntad de Dios, “si hubiera cometido pecados, le serán perdonados”.

d) es un don del Espíritu Santo que renueva la confianza y la fe en Dios

e) recibe la fortalece contra las tentaciones del maligno, especialmente tentación de desaliento y de angustia ante la muerte.

      Cualquier persona bautizada que haya alcanzado la edad de la razón (7 años) que esté gravemente enferma o en peligro de muerte recibe adecuadamente el Sacramento, así como a los ancianos para aliviarlos de las cargas que conlleva el envejecimiento. Por lo tanto, no es apropiado ungir bebés o niños pequeños que aún no hayan cumplido los siete años (7). Además, las personas con enfermedades crónicas, las que se preparan para una cirugía o se recuperan de ella, y los adictos que están viviendo un proceso de recuperación, reciben correctamente el Sacramento de la Unción de los Enfermos. Se alienta a las personas que luchan contra la depresión, la diabetes y otras enfermedades crónicas a recibir la Unción de los enfermos en la parroquia en esta celebración anual como miembro de la comunidad de fe.

      El Sacramento de la Unción de los Enfermos se celebra correctamente mientras la persona enferma está consiente de las personas a su alrededor y de las oraciones y gestos del Sacramento. No debemos esperar hasta el final de la vida. Tal visión del Sacramento es anticuada. Hoy, el Sacramento es visto como un Sacramento de curación y esperanza para los vivos, no simplemente para los moribundos.

“Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo. Para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad. Amén.”
(La oración recitada mientras se ungen la frente y las manos del enfermo.)

Paz, Pr. Andy