Cumplan los Mandamientos
El próximo domingo es el Domingo Catequético. Ofreceremos una bendición especial para todos los catequistas y para todos aquellos que participan en nuestros diversos programas de formación de la fe: Niños y adolescentes – Miércoles, Viernes y Sábado, incluyendo Preparación Sacramental para la Primera Eucaristía, Reconciliación y Confirmación; y Rito de Iniciación Cristiana de Adultos (del domingo por la mañana). Por favor, mantengan a todos ellos en sus oraciones. Recuerden que los padres de los niños que ya fueron bautizados se comprometieron a “… aceptar la responsabilidad de entrenarlo a practicar su fe. Será su deber traerlo a él (ella) para guardar los mandamientos de Dios como Cristo nos enseñó, amando a Dios y a nuestro prójimo. ¿Entiende claramente el compromiso que debe llevar acabo?” Los padres y padrinos hicieron esta promesa en la misa o en la celebración del bautismo e hicieron una proclamación pública en respuesta a la pregunta diciendo: “Sí”. La comunidad parroquial promete ayudar a los padres en esta gran responsabilidad. Apoyémonos unos a otros en todos los sentidos para que nuestros hijos tengan la ventaja de una relación personal con Cristo, como miembros del Cuerpo de Cristo que se necesitan unos a otros así como partes del cuerpo se necesitan mutuamente (Véase 1 Co 12, 12-31).
Dado el mensaje evangélico de este fin de semana, ruego que todos ustedes, junto conmigo, oren por la sanación de nuestra comunidad de fe. Hay personas en la parroquia que están en conflicto entre sí. Hay feligreses que participan en un ministerio pero que no están reconciliados con otros miembros de la parroquia. Podemos ver y sentir tensión a veces entre los llamados grupos “mayoritarios” y los grupos “minoritarios”. Algunos de nuestros miembros han sido discriminados debido al color de su piel, su país de origen, su idioma y sus tradiciones culturales. Algunos miembros de la familia están en conflicto entre sí debido a desacuerdos pasados. Tienen demasiado orgullo y eso les impide pedir perdón, o no lo suficientemente humildes como para aceptar el perdón que les ofrecen sus hermanos o padres, tías o tíos.
Y sin embargo, tenemos la pregunta de Pedro a Jesús acerca del perdón. La respuesta de Jesús es que debemos ser implacables y constantes en nuestro deseo de perdonar y ser perdonados. Y en todas estas interacciones debemos ser justos, compasivos y misericordiosos, como Dios es justo, compasivo y misericordioso. Perdonemos a nuestro hermano/hermana de todo corazón.
Paz, Padre Andy