Un Signo de la Gracia de Dios
San Norberto, en el año 1120, recibió inspiración para sembrar las semillas de lo que se convertiría en una orden religiosa duradera de sacerdotes y hermanos. Ahora, 900 años después, este aniversario es evidencia de que lo que Norberto comenzó, sigue siendo un signo de la gracia de Dios y de la presencia del Espíritu Santo.
Al acercarnos a la gran solemnidad de Pentecostés el próximo domingo, he estado meditando sobre el movimiento del Espíritu Santo. Vivimos en “la época del Espíritu Santo”. Este es el período de tiempo del cumplimiento de la promesa de Jesús, que él estaría con nosotros hasta el fin de los siglos, ¡para siempre! Pregunta: ¿Cómo está presente Dios, y cómo se manifiesta y es capaz de ser conocido en nuestro tiempo actual? Respuesta: Por el poder del Espíritu que nos renueva a nosotros y a toda la creación, y por el testimonio perdurable de Jesucristo, nuestro modelo y ejemplo.
La vida norbertina en comunidad, donde los conhermanos viven, oran, planifican, y deciden en la luz y el poder del Espíritu Santo, buscan ser una luz para que los demás vean la obra de Dios en nuestros tiempos actuales. La buena noticia de Jesucristo guía nuestra vida juntos. Cada norbertino ha hecho una promesa solemne de vivir de acuerdo con el Evangelio de Jesucristo, la Regla de San Agustín, y las Constituciones de la Orden de Premontre (Norbertinos). Confiamos en el Espíritu Santo para energizarnos y nos da la sabiduría para discernir los signos de nuestra época. Tal discernimiento nos lleva al ministerio tanto en nuestra vida juntos en nuestras abadías, como en los ministerios a los que nuestros conhermanos son enviados.
En nuestra actualidad, un ministerio fundamental norbertino es proporcionado por la presencia de la abadía de San Norberto. Es un centro de espiritualidad, tanto para los Norbertinos que viven allí como para las personas que vienen en busca de un tiempo de retiro, descanso y renovación. Muchos feligreses de San Willebrord han participado en retiros de fin de semana y días de reflexión, o, aprovecharon la celebración de la Eucaristía diaria y dominical en la Abadía. Sin embargo, la Abadía de San Norberto no es una parroquia y por lo tanto demuestra una dinámica diferente a través de sus liturgias. Las liturgias son primeros, celebraciones para la comunidad de Norbertinos que viven allí, y luego se abren a las necesidades y el talento y las contribuciones de las personas fieles que vienen a participar. El total recogimiento de la diversidad de participantes da credibilidad a la presencia del Espíritu Santo en el mundo actual.
Les invito a seguir orando por la Orden Norbertina (Orden de Premontre), especialmente por los hombres de la Abadía de San Norberto, durante todo este año de aniversario. Que el Espíritu de Dios que inspiró a los Apóstoles en Pentecostés, y Norberto en Premontre en Francia, nos inspiren en la Parroquia de San Willebrord a responder a las necesidades de nuestro tiempo con el poder del Evangelio.
Paz, P. Andy