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Mes de la Historia Negra

Febrero es el Mes de la Historia Negra. Nos ofrece un período enfocado para aprender, leer y apreciar la importante historia y las contribuciones de los afroamericanos a este país. Históricamente, la historia de los afroamericanos no recibió mucha atención en los libros de historia y en otros lugares. Nuestro país tiene una larga historia que incluye a las personas negras y esa historia es nuestra historia. 

Debemos admitir que casi no había africanos que tuvieran la libertad de navegar por los océanos y explorar el mundo. Los africanos que llegaron a las costas de este país lo hicieron no por decisión propia. Fueron esclavizados, encadenados y sufrieron mucha violencia cuando fueron llevados a servir en granjas, plantaciones y negocios. Ellos no eligieron esa vida.

Los primeros esclavos llegaron a Virginia en el año 1619. No fue hasta la Proclamación de Emancipación que liberó a los esclavos por una ley del gobierno de los Estados Unidos en 1863 que hubo un cambio real para los esclavos. Durante casi 250 años fue legal que una persona “poseyera” a otra como esclava. Incluso después de 1863 sabemos que muchos esclavos negros no fueron liberados y no experimentaron la libertad durante décadas después. Las tradiciones de prejuicio y discriminación perduran hasta nuestros días.

No todos poseían esclavos en esos 250 años de esclavitud legal, pero muchos de los que no poseían esclavos apoyaban los derechos de otros a hacerlo. Había varias maneras de participar en una sociedad esclavista. Muchas personas recibieron beneficios económicos del trabajo esclavo mediante la compra de mercancías baratas producidas por el trabajo de esclavos. La segregación se convirtió en una forma de prolongar las peores consecuencias de la esclavitud al evitar que los afroamericanos, ahora libres, participaran plenamente en la vida pública, las escuelas, el gobierno y otras instituciones de la nación.

Hoy, reconocemos y admitimos los pecados de la esclavitud, el racismo, el prejuicio y la discriminación. Son pecados y por ellos debemos arrepentirnos. No necesitamos arrepentirnos por errores históricos en los que no participamos. Sin embargo, debemos reconocer que ocurrieron esos terribles errores, incluyendo tortura, palizas, violaciones y asesinatos. Aprendemos de la historia, y por los errores que descubrimos prometemos no repetirlos nunca.

Paz, P. Andy