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Autor: Aidee Boesen

Perdón, Reconciliación y Misericordia

Debido a que los aniversarios de 900 años no pasan a menudo, me gustaría decir un poco más sobre la Orden Norbertina.

Después de que Norberto y sus primeros compañeros establecieron la primer comunidad de cánones regulares (sacerdotes que siguen una regla de vida) en Premontre, Francia, Norberto continuó su predicación. Viajó por Europa actual invitando al clero a reformar sus vidas. Quería que vivieran juntos, que oraran y celebraran juntos la Eucaristía, que vivieran sencillamente y que sus posesiones fueran para el bien común de los que estaban esa comunidad. Ayudó a establecer numerosas comunidades de Norbertinos. Esencialmente, Norberto estaba llamando al clero a vivir una “vida apostólica”. Utilizó la Regla de San Agustín (RSA) la cual era la guía que seguían las comunidades Norbertinas para guiar sus vidas. En el corazón de la RSA hay textos de los Hechos de los Apóstoles que describen la vida de la iglesia primitiva:

“Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar (énfasis es el mío). Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían. Los apóstoles, a su vez, con gran poder seguían dando testimonio de la resurrección del Señor Jesús. La gracia de Dios se derramaba abundantemente sobre todos ellos, pues no había ningún necesitado en la comunidad. Quienes poseían casas o terrenos los vendían, llevaban el dinero de las ventas y lo entregaban a los apóstoles para que se distribuyera a cada uno según su necesidad.”
(Hechos 4,32-35).

Ese texto, junto con el siguiente, fue el fundamento sobre el cual San Agustín formuló la mayor parte de su gobierno. Hechos 2,42-44:

“Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno.”

En nuestra era actual, en medio de las divisiones y conflictos locales, del condado, del estado, nacionales e internacionales, los seguidores de San Norberto y Agustín están tratando de ofrecer un recordatorio de lo esencial de la vida cristiana. El perdón, la reconciliación y la misericordia son importantes para la vida Norbertina al vivir el Evangelio, y deseamos dar ejemplo a los demás sobre la necesidad de la santidad que Jesús predicó. Esta santidad se demuestra mejor sirviendo a nuestras hermanas y hermanos con amor.

Paz, Padre Andy