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Autor: Aidee Boesen

Ser Parte & Estar Presente

El fin de semana pasado, el 6 y 7 de junio, tuve dos oportunidades de involucrarme y estar presente en manifestaciones, o “protestas”, por la justicia racial y contra la violencia policial, social y el racismo. Pude escuchar los testimonios de jóvenes pacíficos el sábado 6 de junio frente a la comisaría. Un estudiante de secundaria, un maestro de Milwaukee que también era un hombre de fe, una madre joven blanca y otros mas hablaron con pasión sobre su deseo de ver un cambio. No hablaron en contra de nadie en particular. Hablaron pasivamente sobre sus esperanzas para sí mismos, para otros, pero en especialmente para las minorías y para la próxima generación. Mientras estaba allí, el jefe de policía Andrew Smith me saludó en silencio. No quería distraerse del momento y se retiró a la entrada de la estación. Caminé con el grupo de regreso a la Municipalidad de Green Bay con otro participante, que era un hombre blanco, que también espera un cambio.

Luego, el domingo 7 de junio, en medio de la distribución de la Comunión alrededor de las 12:45p.m., escuché los gritos de la multitud que marchaba y pasaban por nuestra parroquia en la calle Jefferson. Cuando terminé de orar con el grupo de comunicantes, caminé hacia el lado de Jefferson St. del estacionamiento y me arrodillé mientras la multitud pasaba. Caminaban rápidamente, pensé yo, y muchos me decían: “Gracias por estar aquí, Padre”, y gritando “¡Las vidas negras importan!” y otros eslóganes. Le respondí a tantos como pude con: “Paz, Dios nos está bendiciendo”. Me quedé de rodillas hasta que las dos últimas mujeres pasaron con sus cartelones, a cierta distancia detrás del grupo principal. Ellos también me agradecieron al ofrecerles la “paz”.

Estar presente y de pie con los jóvenes el sábado, y arrodillarme mientras la multitud pasaba el domingo, se sintió eucarístico. Si la unidad, la paz y la reconciliación son los efectos del sacramento de la Eucaristía, eso es lo que quería transmitir y experimentar. Yo diría que la Eucaristía tomo vida en las calles de Green Bay este fin de semana. El Cuerpo de Cristo era visible.

Paz, Padre Andy