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Autor: Aidee Boesen

Solemnidad de la Santísima Trinidad

La temporada de Pascua ha llegado a su fin, pero la verdad de lo que celebramos durante la Pascua continúa: Jesucristo ha resucitado, ¡Aleluya! ¡En verdad resucitó, Aleluya!

Ruego que permanezcamos enfocados en la energía de la resurrección, en la nueva vida que viene por medio del Jesús resucitado y el don del Espíritu Santo. La solemnidad de la Santísima Trinidad, Dios – Uno de Tres – nos
invita a permanecer centrados en la unidad de Dios y en la invitación que El nos hace para que entremos más profundamente en esa relación. Estamos llamados a ser Uno, a ser un pueblo unificado. Esa es la intención y el deseo de Dios. Que también eso sea nuestro deseo y nuestra meta.

El próximo fin de semana comenzaremos la celebración pública de la Eucaristía, aunque sólo podremos permitir que entren 25% de la capacidad de la iglesia a participar. Haremos lo mejor posible.

Ruego que hayan hecho todo lo posible para ser un pueblo eucarístico. Aun cuando no es posible celebrar la Misa de una manera ideal teniendo a todos los que quieren estar presentes, debemos seguir siendo una expresión del amor de Jesús en el mundo. Este es un aspecto esencial de ser un pueblo eucarístico. Incluso sin la Santa Comunión, debemos ser como Cristo en nuestros comportamientos, relaciones, pensamientos y actitudes.

Especialmente ahora haremos bien en pensar y orar sobre cómo podemos mejorar los caminos por los que vivimos eucarísticamente, y no sólo desear “recibir” la Eucaristía.

Paz, Padre Andy