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Autor: Aidee Boesen

El Reino de Dios Esta Cerca

Desde que celebramos Navidad, el Evangelio nos demuestra como Jesús a madurado. Él a llegado a un punto en su vida donde hace una decisión que cambiara su vida. Los escritores del Evangelio nos cuentan su encuentro con Juan el Bautista y su bautismo, seguido de un largo retiro para orar y ayunar. Luego, Jesús emerge de su retiro y después de enterarse del encarcelamiento de Juan, invita a otros a seguirlo. Él hace un cambio significativo en la manera que Juan predica acerca del arrepentimiento y llama a que se arrepentían ¡PORQUE el Reino de Dios está cerca!

El ministerio público de Jesús dura aproximadamente tres años. En ese tiempo relativamente corto, Jesús ejerce una influencia tremenda en un gran número de personas. Su poder para sanar enfermedades y aliviar a las personas del pecado y el estrés tuvo un gran impacto en las personas.

Algunas veces los creyentes quedan atrapados cuando ven los milagros que Jesús realiza. Dicen: “¡Mira lo que hizo Jesús! ¿No es maravilloso? ”Pero, Jesús quería más que ser admirado. Sanó a la gente y predicó su mensaje a aquellos que ya tenían fe. Quería que otros reconocieran a Dios. Quería que otros escucharan lo que predicaba y lo vivieran. Jesús era el Dios-hombre y su orientación era hacia la vida. ¡Él quería que tuviéramos vida, y que la tuviéramos en plenitud! Además, es importante ver a quién sanó Jesús y a quién predicó su mensaje. Entre los que curó se encontraban mendigos discapacitados que se quedaban cerca de calles y carreteras muy transitadas. Estos mendigos eran bien conocidos. Muchas personas los consideraban pecadores que merecían su enfermedad y dolor. Jesús muestra a todos que Dios quiere que tengan vida.

También curó a muchos otros que vinieron a él. Estas personas incluían a los pobres, los marginados y aquellos que vivían con gran dificultad en una sociedad que veía su pobreza como una maldición por sus pecados. Jesús les habla, afirma su dignidad y les recuerda a todos que ha venido al mundo por los enfermos, los pecadores y los pobres.

El Reino de Dios está cerca, y Jesús es el rey extraordinario. Él no quiere el título, el estatus o el honor como rey mundano. Él quiere que todos vean que nadie está más allá de los límites de su Reino. El perdón, la misericordia, la vida y la bendición se encuentran en su Reino. Tales bendiciones no son exclusivas para los ricos, los poderosos, los educados, etc.

¡Todos, arrepiéntanse! ¡Todos, disfruten las bendiciones del reino de Dios!

Paz, Pr. Andy