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Autor: Aidee Boesen

Tradicion Familiar de Ayudar

¡FELIZ NAVIDAD! ¡Que todos tengan una temporada navideña llena de luz, vida y alegría!

El sábado 28 de diciembre, mi familia de 10 hermanos, 7 cuñados, una cuñada, 25 sobrinas y sobrinos y sus cónyuges, novios e hijos, y unos nuevos novios y novias estarán juntos por nuestra reunión anual de navidad. Habrá más de 50 personas presentes. Además, habrá muchos abrazos y besos, comida, música, bebidas, juegos y conversaciones. Habrá algunos regalos de padrinos a ahijados. Y mi sobrina, Alexandra, elegirá una organización benéfica este año a la que todos harán una donación de acuerdo con su capacidad. Es su turno de elegir después de que mi papá, todos mis hermanos y mis 4 sobrinas y sobrinos mayores ya hayan tenido la oportunidad de elegir una organización benéfica a lo largo de los años. Hace 16 años, dejamos de intercambiar nombres por regalos entre los miembros de la familia. La persona que elige la organización benéfica es responsable de proporcionar información a los demás para que podamos planificar nuestro regalo. En los últimos 15 años hemos donado casi $ 18,000 a varias organizaciones benéficas.

Este fin de semana celebramos la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José. Honramos y admiramos su vida en familia y el testimonio que nos dan acerca de la santidad. La santidad requiere humildad y decisión. Podemos ver esas características en el fiat de María a Dios a través del ángel Gabriel, y la humilde aceptación de José de María como su esposa bajo la extraña y milagrosa circunstancia de su embarazo. También vemos en Jesús un hijo que fue obediente a sus padres y curioso sobre su lugar en el contexto religioso de su tiempo. Cuando decidió quedarse para hablar con los ancianos y maestros de la ley en el templo, Jesús estaba anticipando los muchos debates y discusiones que tendría de adulto.

Rezo por los padres y por sus hijos e hijas a medida que “crecen” juntos. No es tarea fácil criar a un niño a la edad adulta, ni fácil pasar de la infancia a la edad adulta. Tanto los padres como sus hijos deben ser humildes y flexibles a medida que aprenden y crecen. Ninguna experiencia de la infancia actual puede equipararse a la infancia que vivieron los padres hace un par de décadas. Los padres aprenden de sus propios padres, pero también deben tomar nuevas decisiones por sí mismos. Los niños deben ser pacientes con sus padres mientras aprenden juntos cómo negociar los desafíos de hoy día.

Que todas las familias se destaquen al aceptar la bendición de la santidad de Dios.

¡FELIZ NAVIDAD!

Paz, Pr. Andy