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Autor: Aidee Boesen

Ser Como Cristo

     ¿Alguna vez has sido hostigado, asaltado o te han robado algo? Tal vez la violación fue acoso sexual o una agresión sexual.

     Tuve la experiencia de sentirme violado cuando un roba-bolsillos tomó dinero de mi padre en Roma, Italia. Me sentía responsable de mi padre y sabía que era vulnerable al robo. Yo también me sentí "violado" cuando alguien metió la mano en su bolsillo y tomó sus pertenencias. Después de que lo robaron fui a la iglesia cercana a orar porque estaba muy enojado. Fue un Viernes Santo. Me di cuenta en medio de mis fuertes sentimientos de que el robo no era nada en comparación con la "violación" que sufrió Jesús durante su Pasión. Incluso comencé a sentir lástima por el ladrón cuando traté de imaginar la desesperación que lo llevó a robar. Después de un largo tiempo de oración, mi enojo se convirtió en perdón y esperanza. Esperaba que el dinero se usara para una necesidad real y no solo para que una persona egoísta se enriqueciera mas. Al final no tenía control, así que traté de pensar de manera optimista. Un mes después, alguien también robo de la bolsa de mi pantalón. Estaba enojado de nuevo. Seguí el mismo proceso.

     El movimiento llamado "MeToo" nos da una idea de un tipo diferente de violación de la cual no es tan fácil seguir adelante como después de un robo. El objetivo del movimiento es ayudar a aquellos que han sido violados, acosados ​​sexualmente o atacados, a recuperar el control. Recuperar el optimismo y un encontrar un remedio que haga a las victimas sentirse mejor es casi imposibles de alcanzar después de tales violaciones. Sin embargo, las personas que fueron violadas a menudo experimentan curación y empoderamiento por poder ponerse de pie y decir la verdad: "¡Yo también! Fui acosado / abusado / asaltado sexualmente ".

     Si nunca has sido hostigado o asaltado, o si eres uno de los que ha agredido, no puedes criticar ni intentar disminuir el poder del movimiento "MeToo". Esta es la razón por la que incluso el presidente Trump necesita ser reprimido por recientemente sugerir que las personas que reportan esto son débiles por estar tratando de sanar y recuperar la confianza después del acoso o la agresión. Él no tiene ningún derecho a hacer tal cosa. Como ha admitido su participación y ha sido acusado de forma creíble en diversos niveles de acoso y violaciones contra las mujeres, el Sr. Trump debe ser muy cuidadoso. Sería mejor para él ofreciendo disculpas por sus fechorías pasadas, o bien guardar silencio con respecto a aquellos que están encontrando fortaleza en el movimiento "MeToo". El presidente, con el resto de nosotros, haría bien en preguntarse: "¿Cómo puedo ayudar a sanar a quienes han o están sufriendo?" Esta es la acción que debemos tomar para ser mas como Cristo.

Paz, Padre Andy