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Autor: Aidee Boesen

Oremos unos por otros.

María, Madre nuestra, ¡ruega por nosotros! Esta es una gran semana dentro de la temporada de Adviento. Dentro de cinco días celebramos dos grandes fiestas de María, la madre de Jesús: María, Concebida sin pecado, y María, Nuestra Señora de Guadalupe. ¡Es la misma María! Ella tiene muchas características, manifestaciones, apariencias, enseñanzas y ejemplos de maternidad que admiramos y honramos.

¿Cuáles son sus peticiones a María este año? ¿Cómo quieres que Nuestra Madre ore por ti, por tus seres queridos y por el mundo este año? Hay una hermosa oración tradicional que rezamos mientras pedimos la intercesión de María. Confiamos en que ella nos escucha, cada vez que oramos, y por cada persona o razón por la que oramos. Ella siempre encuentra una manera de responder. Esa oración es llamada La Memorare: Acuérdate, ¡oh piadosísima, Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu auxilio haya sido abandonado de Ti. Animado con esta confianza, a Ti también yo acudo, y me atrevo a implorarte a pesar del peso de mis pecados. ¡Oh Madre del Verbo!, no desatiendas mis súplicas, antes bien acógelas benignamente. Amén.

Cuando era niño, puedo recordar a mi madre y a mi padre rezando esa oración regularmente. De hecho, una tarjeta con la oración impresa en ella estaba pegada al espejo en el baño. Todos podíamos leer y rezar la oración al comenzar o terminar el día.

Oremos unos por otros. Preguntémonos unos a otros y hablémonos unos a otros de nuestras necesidades y esperanzas, de nuestras preocupaciones y de nuestras penas. Incluyamos a María en nuestra conversación y en nuestras oraciones. Juntos, con Jesús nuestro hermano y Salvador, María su madre, y José su bendito esposo, que la Sagrada Familia sea una inspiración y un ejemplo para todos nosotros en estos días santos de diciembre.

Paz, P. Andy