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Autor: Aidee Boesen

Necesitaremos Mucho Más Que Valentía y Amor

¡Jesucristo ha resucitado, Aleluya!  ¡En verdad, Resucitó, Aleluya!

¡Felices Pascuas! Como seguidores de Cristo, nuestra respuesta y uso de la “Energía de Resurrección” (ER) es necesaria para enfrentar los desafíos de nuestros días. ER es un poder transformador. Cuando Jesús resucitó de entre los muertos, todo en el mundo cambió. Vivir con valentía fue posible. Un nuevo “camino” de confrontar los poderes religiosos, políticos y de la economía en nombre del amor y la justicia se hacen posibles con ER. Lo que hoy llamamos “cristiano” una vez se refirió como “el camino”. Era algo nuevo y diferente. Creer y seguir las enseñanzas de Jesucristo era nuevo, era un nuevo “camino”.

Hoy, debemos vivir con ER y con el valor que Cristo entrega. Creemos que viviremos para siempre, eternamente. Creemos que un día, en el final de los tiempos, nos reuniremos con un “cuerpo glorioso” como el cuerpo de Cristo resucitado. Su cuerpo resucitado era el mismo, pero diferente. Fue glorificado. Esperamos en esa resurrección y oramos por ella.  

Con ese tipo de fe y esperanza podemos ver los desafíos de nuestro tiempo con una nueva visión. Podemos ver a los pobres no como patéticos, sino amados. Con esa visión podemos comenzar a hacer cosas con valentía, transformadoras y amorosas para los necesitados.

Con tanta valentía y generosidad, algunos de ustedes han hecho donaciones a nuestra parroquia para el “Fondo para los Pobres”. Hemos podido dar a la gente muchas comidas, noches de refugio en hoteles, hemos evitado desalojos, hemos mantenido la electricidad y el agua fluyendo en los hogares, hemos ayudado a algunas personas a viajar a lugares más seguros y hemos ayudado a algunas personas a recibir atención médica.

Desafortunadamente, necesitaremos mucho más que valentía y amor por el bien de los pobres. Para abordar las causas fundamentales de la pobreza y la falta de vivienda, necesitaremos un cambio valiente y una respuesta compasiva en nuestra comunidad local. Aquellos que sobreviven en las calles o en refugios de emergencia necesitan más que una cama por una noche. Muchas de las personas sin hogar necesitan evaluaciones médicas y psicológicas que puedan diagnosticar y conducir al tratamiento de enfermedades mentales, por ejemplo, trastorno bipolar, depresión, esquizofrenia y otras enfermedades mentales. Los adictos que buscan recuperación necesitan opciones terapéuticas disponibles y a precios razonables.

Algunas personas sin hogar están recibiendo entre $800 y $1800 por mes en el Seguro de Discapacidad del Seguro Social (SSDI). Pero, encontrar un lugar adecuado con un propietario o una empresa de administración de propiedades que les alquile es un tremendo desafío. La peor parte de la falta de viviendas económicas en el área del condado de Brown es que los más pobres de los pobres, los discapacitados, no pueden encontrar lugares para vivir. Lamentablemente, los vemos aquí en nuestra parroquia, tratando de sobrevivir otro día. Apliquemos nuestra ER por su bien.

¡Jesús ha resucitado, Aleluya!

Paz, P. Andy