Bautismos, Confirmaciones, Primeras Comuniones
Bautismos, Confirmaciones, Primeras Comuniones … durante el último mes hemos estado celebrando los Sacramentos de Iniciación entre los miembros de nuestra parroquia. Desde bebés, a niños, a adolescentes y hasta adultos … todos han recibido los sacramentos con alegría. Y la comunidad de St. Willebrord oró, los recibió y celebró con ellos con entusiasmo.
Ahora nuestro desafío es mantener a estos "nuevos miembros" activos (tradicionalmente, los recién iniciados se llaman "neófitos"). Necesitamos su energía y espíritu. Necesitamos sus oraciones y su presencia. ¿Cómo los motivaremos e invitaremos a que entren aún más profundamente en la comunidad de fe, compartiendo lo mejor que tienen para ofrecer de si mismos (sus primeros frutos) al resto de los miembros de la comunidad?
Si usted es un líder o un miembro de un ministerio en la parroquia, hará bien en buscar estos nuevos miembros de nuestra comunidad e investigar lo que esperan y sus habilidades. Los ministerios parroquiales no son simplemente tareas para las cuales ofrecemos ser voluntarios, pero quizás tendremos mejor resultados si le pedimos a personas específicas que investiguen según su interés y habilidad.
La evangelización, es decir, el proceso de ayudar a otros a descubrir, seguir, adorar y compartir el mensaje de Jesús, requiere que seamos ACTIVOS y NO pasivos en nuestras vidas con cosas que conciernen a nuestra fe. No debemos suponer que si un niño crece en un hogar católico y cristiano, recibirá y apreciará esa fe. Necesitamos alentar y dar un ejemplo real a nuestros hijos y a los nuevos miembros de nuestra iglesia y hogar.
Nuestros hijos y la próxima generación de creyentes no son fácilmente convencidos solo por obligación y para seguir reglas. Quieren autenticidad y relevancia. Si les decimos la verdad, entonces también debemos demostrar esa verdad. Si decimos que es importante estar presente y celebrar la misa dominical, entonces debemos mostrarles que hace una diferencia en nuestras vidas.
Entonces, nuestro desafío es crecer en la forma en que encarnamos / vivimos nuestra fe en Cristo. Preguntémonos, ¿Cómo puedo ser más como Cristo hoy? ¿Cómo puedo nutrirme y fortalecerme con las Escrituras, la Eucaristía y la oración?
Cuando nos volvemos, hablamos y actuamos más como Cristo, creo que otros se sentirán atraídos por esa forma de vida. Y cuando decimos creer algo y vivimos de manera diferente, los empujamos a no creer. ¡Seamos cristianos católicos y afirmémoslo con nuestro vivir, todos los días!
Paz, Padre Andy