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Enojo Y Frustracion

     ¡Arrepiéntete, y cree en el Evangelio! Otro tiroteo en una escuela resultados en estudiantes y maestros muertos y heridos. ¡Que Dios tenga misericordia de nosotros!

      En la "cultura de Dios" donde se viven los valores de Dios, las personas buscan soluciones a tales actos de violencia. Los participantes en la cultura de Dios evalúan el daño infligido a las criaturas amadas de Dios y actúan. No comenzamos revisando la política y las finanzas de una campaña.

      El acceso fácil a las pistolas brinda un acceso fácil a que alguien responda con una acción extrema a un enojo o frustración que son sentimientos humanos normales. Estados Unidos es el único país donde la violencia con armas en lugares públicos y privados es tan frecuente y devastadora. ¿Las personas en los Estados Unidos tienen menos capacidad para resolver su enojo pacíficamente? O, ¿es que el fácil acceso a obtener armas mientras nos enfrentamos a nuestra propia ira nos hace susceptibles de actuar violentamente?

      En la cultura de los Estados Unidos, la libertad parece significar: acceso a lo que queramos. A menudo fallamos en equilibrar esa noción de libertad con otros dos factores: mi propia capacidad de usar dicha libertad de manera responsable dentro de una comunidad, y la igualmente valiosa libertad de mi vecino. Si no tengo el entrenamiento, la salud mental y la capacidad de tomar decisiones moralmente responsables, ¿debería mi libertad ser ilimitada? Si mi uso de pistolas impone la libertad y seguridad de mis vecinos, ¿existe la necesidad de límites?

      El joven que admitió haber disparado en Florida demostró que no tiene control de sus emociones o de sus decisiones morales. Su familia y su historial de salud mental indican depresión, tratamiento violento de animales, amenazas violentas contra otros estudiantes, etc. Además, su madre acababa de morir en noviembre. La depresión y la ira están profundamente relacionadas. A pesar de todo esto, él era el dueño legal de un rifle de estilo militar que puede descargar muchas municiones.

      Como la mayoría de ustedes, cuando mi enojo y frustración aumentan puedo sentirlo físicamente. Y luego uso mi mente y mi espíritu para evaluar la fuente de tales sentimientos. Estos sentimientos están en mí. No vienen de fuera de mí. Tengo control. Además, valoro tratar a los demás respetuosamente, incluso cuando estoy enojado. Y, creo en un Dios de paz. He sido formado dentro de la cultura de Dios donde el respeto por mis semejantes es fundamental. El respeto por los demás no está determinado por mis emociones. He aprendido que he sido creado a la imagen y semejanza de Dios en quien no hay violencia ni venganza.

      ¿Qué podemos hacer dentro de una cultura que intenta poner todo a disposición de todos, tanto para los mentalmente sanos como para los no saludables? ¿Qué podemos hacer por los hombres y mujeres jóvenes que están tan profundamente preocupados y enojados? ¡Necesitamos difundir la cultura de Dios!

¡Debemos arrepentirnos y creer en el Evangelio!

Paz, Padre Andy