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Honestidad, Un Valor Fundamental

     “Arrepiéntete y cree en el evangelio!”  Recientemente con mucha frecuencia oficiales públicos, reporteros y hasta el mismo presidente de Los Estados Unidos han sido acusados de mentir.  No debemos olvidar, la honestidad es un valor fundamental en la Iglesia Católica y en nuestra sociedad completa.

     “No darás testimonio falso contra tu prójimo.” 2464 El octavo mandamiento prohíbe falsear la verdad en las relaciones con el prójimo. Este precepto moral deriva de la vocación del pueblo santo a ser testigo de su Dios, que es y que quiere la verdad. Las ofensas a la verdad expresan, mediante palabras o acciones, un rechazo a comprometerse con la rectitud moral: son infidelidades básicas frente a Dios y, en este sentido, socavan las bases de la Alianza.

     Decir la verdad sobre nosotros mismos, nuestras palabras y nuestras experiencias requiere valentía y humildad. Sé desde mis primeros recuerdos de cuando era niño que es difícil ser honesto. Y sin embargo, cuando he aceptado que me he equivocado y lo he compartido humildemente con otros, he visto resultados positivos.

     Recuerdo un momento en la universidad cuando era presidente de una organización que había cometido un costoso error con un negocio. Mientras la tentación de falsificar los resultados de nuestro trabajo era fuerte, fui al dueño del negocio y le dije la verdad. No habíamos cumplido nuestra promesa a su compañía. Se suponía que otro miembro del grupo me acompañaría, pero no llegó. La tentación de mentir era aún mayor; sin embargo, el dueño fue sabio y gentil. Él me ayudó a ver qué podíamos aprender de la experiencia. Éramos estudiantes y él dijo que debemos aprender. Él, también, estaba aprendiendo de esa experiencia. Él me invitó a enseñarle al grupo sobre lo que habíamos aprendido. Luego me dijo que la honestidad requería que fuera a ver a los asesores de nuestra organización y también les dijera la verdad. ¡Ay eso si me dolió! Tenía más que aprender. Afortunadamente, ellos también fueron muy amables.

     ¡Debemos ser implacablemente honestos y no bajar nuestras expectativas! Debemos promover la honestidad ayudándonos unos a otros a ser honestos. El dueño del negocio me mostró que la verdad es valiosa para todos los involucrados. La verdad es un camino importante para aprender. La deshonestidad y el engaño son caminos hacia el egoísmo y la codicia.

No hay almohada tan cómoda como una conciencia tranquila, (Anonimo)

Si dices la verdad, no tendrás que acordarte de nada, (Mark Twain)

Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? (Lucas 22,48)

Arrepiéntete y cree en el evangelio!

Paz, Padre Andy