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Observen y Aprendan De Los Niños

Los niños se están preparando para volver a la escuela en unas pocas semanas. Espero que en sus vacaciones de verano hayan podido relajarse. 

Algunos niños sienten ansia de regresar a la escuela. Los padres deben estar atentos con la actitud de sus hijos. La ansiedad podría indicar un problema con otros niños en la escuela, tal vez termino una buena amista, o alguien que lo(a) molesta estará ahí. O, tal vez su hijo no tuvo un buen año escolar el año pasado y tiene miedo que se repetirá. Debemos estar alertas con el fin de ayudar a los niños a superar estos temores. 

Noveno grado es un año particularmente difícil para ellos. Muchos estudios demuestran que el 9º grado es el más difícil. La dificultad no es sólo con las clases pero con las relaciones sociales y la diferencia de madurez dentro de 9º grado y la secundaria, donde las edades son de entre 14 a 18 años. Tener un novio o novia, la presión de ser o actuar como otros, la cultura de experimentar con fumar (tabaco y marihuana), el uso de alcohol y otras drogas – todos estos diferentes factores crean complicaciones para jóvenes adolescentes.

Los padres tienen que encontrar tiempo para comunicarse con sus hijos e hijas jóvenes. La adolescencia de hoy no es la adolescencia de nuestra infancia. Los padres no deben pensar: "Una vez yo fui joven, por lo tanto, yo sé todo lo que se necesita saber para ser un adolescente." Hay diferencias culturales y sociales sobre las que los padres necesitan aprender. Los adolescentes son los mejores maestros para aprender de su realidad. Los padres y los adolescentes necesitan establecer una buena relación no sólo cuando hay una crisis, pero en los momentos de calma con el fin de crear una base sobre la que se puedan apoyar cuando surgen dificultades o desacuerdos. Orar con sus adolescentes para que puedan escuchar lo que pedimos a Dios y esperamos de ellos puede ser algo muy útil. Además, los padres de los alumnos en 7º y 8º grado, tienen que crear buenos cimientos intencionalmente para que los años de preparatoria pasen con más tranquilidad. Ore CON sus hijos.

Por supuesto, hay una gran responsabilidad que recae sobre los adolescentes. Él/ella debe tener el valor suficiente para ser honesto con sus padres. Si los adolescentes están tratando de engañar a sus padres se vuelve aún más difícil formar una relación basada en confianza después de que los padres descubren un engaño. La confianza es una calle de dos vías. Los padres también deben trabajar continuamente de ganarse y mantener la confianza de sus hijos e hijas. 

Que Dios esté con todos los niños, padres, maestros y administradores en el nuevo año escolar.

Paz, Fr. Andy