Este año se celebra el 900 aniversario desde la fundación de la Orden Premonstratensiana, también conocida como “Norbertinos”. San Norberto inspiró un nuevo movimiento que dio lugar a la reforma del clero. Su forma de vida incluía vivir como comunidad de sacerdotes y hermanos, orar y celebrar la Eucaristía juntos, compartir todas las cosas en común y responder a las necesidades de la iglesia en un área local.

San Norberto experimentó una notable conversión en su vida después de la cual dejó su vida como noble para convertirse en un predicador de itinerante (siempre viajando). Al ir por el país, predicó un mensaje de arrepentimiento y conversión, no sólo a los laicos, sino también a los sacerdotes que se habían vuelto menos disciplinados en su vida de oración y servicio. Con el tiempo, un obispo le pidió que estableciera un lugar donde otros pudieran vivir una vida centrada en la oración y el ministerio. Norberto encontró una capilla en un valle aislado en Premontre, Francia. Allí, en el año 1120, comenzaron una vida de ministerio y contemplación.

La vida de esta nueva comunidad no era monástica, pero la gente de la época veían sus hábitos de lana y el lugar donde vivían y pensaban que eran monjes. Sin embargo, Norberto deseaba que los miembros de este nuevo movimiento religioso de sacerdotes fueran al pueblo e invitaran al pueblo a venir a sus abadías. Quería que ayudaran al pueblo a encontrar la santidad. Los monjes no buscaron la interacción con los laicos. Trabajaban y oraron. Buscaban su propia santidad por encima de todas las cosas.

Los miembros de las comunidades de Norberto fueron llamados “cánones regulares”. Un canon es un sacerdote comprometido con una iglesia en particular, o en este caso una abadía. Las comunidades siguen una regla de vida (La Regla de San Agustín) que las hizo “regulares” o “gobernadas”. Cada hombre juró vivir en una comunidad (una abadía), y llevar una vida de simplicidad (pobreza), celibato casto (no casado), y ser obediente a los liderazgos del abad y la de sus sucesores.

Los miembros del Orden de Premontre, o Norbertinos, ofrecen ministerio a todos los que vienen a sus abadías. Celebran la Misa, oran el Oficio Divino y ofrecen centros de renovación espiritual para las personas. Dondequiera que se establezcan sus abadías, disciernen qué tipo de ministerio se necesita en la iglesia local y envían a los hombres a responder a esas necesidades. Son pastores, confesores, educadores, consejeros, trabajadores sociales, directores espirituales y más.

Por favor oren por los Norbertinos en todo el mundo por este año mientras recordamos y celebramos los 900 años de vida y ministerio por el bien del Evangelio de Jesucristo.

Paz, Padre Andy