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“Una Expresión de Amor”?

¿Por qué nos resistimos a lo que es correcto y bueno? No nos resistimos o rechazamos el bien todo el tiempo, pero ¿por qué nos resistimos en absoluto?

Los malos hábitos y los mensajes negativos que aprendimos cuando estábamos pequeños son difíciles de superar. A algunos de nosotros se nos dijo y aprendimos que el abuso físico o verbal que sufrimos cuando éramos niños se hizo “por amor”. Un mensaje repetido de que “esto es amor” MIENTRAS nos abusan es tremendamente dañino. Aceptamos el abuso porque alguien quien necesitábamos nos dijo que era una expresión de amor. Tales pensamientos y comportamientos pueden conducir a otros pensamientos dañinos acerca de uno mismo, y, con frecuencia, puede conducirnos a imponer el mismo abuso a los demás como “una expresión de amor”. El ciclo abusivo continúa.

Los adictos (alcohólicos, jugadores en los casinos, drogadictos – metanfetaminas, heroína, cocaína, marihuana, etc.) están en el mismo continuo con las personas descritas anteriormente. Su historia puede ser
así: la persona se sentía triste, enojada, deprimida, abusada, herida, etc. y sólo quería escapar de las dificultades de la vida real. Así que cuando escuchó que esa droga o esa actividad era como vivir en otro mundo decidió probar la droga, el alcohol, aposto, se arriesgo y escapo de la realidad. Tal vez disfruto la euforia o “el high”, pero luego se estrelló con su realidad de nuevo. Después de la euforia, nada era diferente excepto la memoria de escapar. Y esto desencadeno un hambre fisiológica. El resultado es que el escape ahora está vinculado a la necesidad, o el comienzo de la adicción. Después de usar la droga escogida con la esperanza de escapar de algo, la adicción, el hambre o el deseo de la sustancia toma control de inmediato. Ahora es pura adicción. No hay escapatoria, excepto elegir el camino de recuperación. Esto será difícil.

El camino de la recuperación comienza con humildad y valentía. El adicto en recuperación debe enfrentarse a la vergüenza, a la necesidad de perdonar y ser perdonado, y a la necesidad de enfrentarse a la realidad, no escapar de ella. El adicto en recuperación debe enfrentarse a las personas que ama y que han sido dañadas.

Al igual que en el Evangelio este fin de semana, muchas personas que se recuperan de la adicción o el abuso se ven a sí mismas como el hijo que primero dijo “no” a la petición de su padre, y luego hizo lo que se le pidió. Estas personas descubren que Dios es paciente, compasivo y amoroso mientras cometemos error tras error. Tenemos la oportunidad de hacer cambios. Ahora es el momento.

¡Dios está esperando! Al igual que nuestros seres queridos.

Paz, Padre Andy