Skip to main content

Un votante católico bien informado

Volveremos a votar a principios de noviembre. Hay una complejidad en la votación. Debemos ser reflexivos y respetuosos al elegir y votar. Luego, después de que los funcionarios son elegidos, nuestra responsabilidad como ciudadanos no ha terminado. Debemos vivir siguiendo las enseñanzas de Cristo diariamente, no solo cuando votamos. En el Concilio Vaticano II, se dijo lo siguiente sobre los laicos: “Los laicos, que desempeñan parte activa en toda la vida de la Iglesia, no solamente están obligados a cristianizar el mundo, sino que además su vocación se extiende a ser testigos de Cristo en todo momento en medio de la sociedad humana.” (Gaudium et Spes, n. 43).

Por lo tanto, debemos “desempeñar parte activa en toda la vida de la iglesia”, recordando al mundo los principios y valores por los cuales vivimos los cristianos. ¡Por esta razón, debemos VIVIR esos principios y valores! Por ejemplo, no podemos ser pro-vida y pro-familia, pero no preocuparnos por la violencia doméstica o la pobreza. Otro ejemplo pueda ser que no podemos apoyar a la policía y al sistema de justicia penal, y no prestar atención a las leyes de armas y los derechos de los votantes. Son cuestiones vinculadas y debemos ser conscientes de cómo vivimos estos valores.

La enseñanza católica sobre los principios del “papel del gobierno y la subsidiariedad”, así como los derechos y obligaciones de todas las personas con respecto a la “participación”, pueden guiarnos mientras nos preparamos para votar. Las llamadas elecciones del “periodo intermedio” deberían aumentar nuestra conciencia de la responsabilidad colectiva que tenemos como ciudadanos. Los obispos de los Estados Unidos han enseñado acerca de estos principios:

En la Tradición católica, el ser ciudadano fiel es una virtud y la participación en la vida política es una obligación moral…La obligación de participar en la vida política tiene sus raíces en nuestro compromiso bautismal de seguir a Jesucristo y dar un testimonio cristiano mediante todo lo que hacemos.” (Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles, n. 13).

Un votante católico bien informado considera muchos temas y el respeto por la vida es el primero de ellos. Los católicos no son votantes de un solo tema. Consideramos las relaciones entre los problemas a medida que decidimos por quién votar y cómo abogar por leyes y políticas. Algunos de esos temas incluyen (no en orden de prioridad): abuso doméstico, apoyo a madres y familias embarazadas, inmigración, derechos laborales, justicia ambiental, pobreza, cambio climático global, el sistema de justicia penal, atención médica, violencia armada, vivienda, hambre, tráfico de personas, derechos de voto, guerra, acceso a agua potable, etc. He escrito sobre muchos de estos temas en artículos de boletines anteriores. Además, nuestra “predicación en favor de los misioneros” del mes pasado, elevó nuestra conciencia sobre algunos de estos temas en Perú. ¡Nuestro gobierno y los funcionarios electos influyen en la política global y debemos ser conscientes! Debemos considerar el espíritu cristiano por el cual vivimos.

Paz, P. Andy