Dios No Hace Distinción
Quiero referirme a varios temas diferentes.
En primer lugar, esta lluvia oportuna y abundante que recibimos entre el 24 y el 27 de junio. Espero que sus plantas, flores y huertos hayan sido fortificados. Estoy seguro de que los agricultores y los que venden productos de jardinería están contentos. Que todos sigamos siendo conscientes como la creación de Dios, de que se nos ha dado la responsabilidad de proteger y cuidar la tierra. Se trata de una responsabilidad a largo plazo, respecto de la cual cada generación tiene obligaciones. Debemos enseñar a nuestros hijos y nietos sobre los deberes que cada uno de nosotros tiene para fomentar un planeta Tierra saludable que transmitamos de una generación a la siguiente.
A continuación, siempre siento la necesidad de recordarle a la gente que no hay vacaciones de la vida centrada en Cristo, que incluye adoración, sacramentos, oración y servicio. Si viaja y va de vacaciones este verano, no descarte las oportunidades de encontrar lugares y comunidades en las que puede orar y ofrecer el regalo de su “yo”. Además, somos miembros de una comunidad en curso aquí en la parroquia de St. Willebrord. No “vacaciones” de la parroquia. Por favor, mantenga su apoyo financiero parroquial regular, no sólo cuando usted está físicamente presente, pero siempre!
Muchos de ustedes saben que el P. Jack MacCarthy, nuestro Pastor Asociado, fue a Perú el Lunes pasado, 28 de Junio. Conocerá a otro médico misionero con quien viajará de Lima a Iquitos, y de allí al pueblo de Santa Clotilde. Fue allí donde el P. Jack fue el director del Centro de Salud durante muchos años. Continúa colaborando con el director actual y los médicos profesionales allí. Por favor oren para que tenga un viaje seguro, sus reuniones sean fructíferas y por el éxito en el manejo de la burocracia peruana mientras intenta transferir algunos bienes raíces a la diócesis. Esperamos que el P. Jack vuelva al trabajo aquí el fin de semana del 10 al 11 de Julio.
El 4 de Julio es el 245 aniversario de los Estados Unidos como nación independiente. Como personas de fe dentro de esta nación, valoramos la oportunidad de “auto-determinar” el curso del estado, esta república democrática. Además, como personas que profesan nuestra fe en el Dios de Jesucristo, no dejamos que la nación/estado y sus necesidades superen las demandas de nuestras obligaciones cristianas. Reconocemos, en la larga tradición de los apóstoles, que Dios no hace distinción entre las personas. Somos igualmente amados. Somos iguales en dignidad dada por Dios. Dejemos que estas verdades se entrelazan con lo mejor de lo que representan estos Estados Unidos de América.
Paz, P. Andy