El próximo domingo 6 de junio es la Fiesta de San Norberto que inspiró el modo de vida religiosa ahora conocido como vida norbertina. Escribí de esto en mi artículo de hace un par de semanas, pero a través de la repetición es que se aprende.

El camino por el cual Norberto imitó el modo de vida de los apóstoles en la iglesia primitiva, sigue siendo un poderoso ejemplo para formar nuestras vidas hoy en día. Si podemos usar nuestra educación, espiritualidad, posesiones, dinero y talentos para trabajar por el bien común, entonces seremos más como esa comunidad temprana. Véase los Hechos de los Apóstoles 4,32-35:

“La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común. Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia había sobre todos ellos. No había, pues, ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían, traían el precio de lo vendido, y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y se distribuía a cada uno según su necesidad.”

Vivir una vida sencilla, centrada en proclamar la Buena Nueva de Jesucristo fue el objetivo de los apóstoles y de los seguidores de Norberto en el siglo doce. Adoraban y oraban juntos. Vivieron y trabajaron juntos para un objetivo común. Buscaron educación para prepararlos para la predicación y la enseñanza. Trabajaron juntos en los campos y sus casas/abadías.

Hoy en día, la adoración y la oración siguen siendo nuestro enfoque como Norbertinos en el siglo veintiuno. Nuestros conhermanos reciben una excelente educación que nos prepara para el ministerio en parroquias, escuelas, colegios, centros de retiro y más. Muchos de ustedes recuerdan a los hombres bien educados que han ministrado aquí como †Fr. Albin Veslovsky, †Fr. Gery Meehan, †Fr. Brendan McKeough, †Fr. Sebastian Schalk, †Fr. Ambrose Peeters, y otros sacerdotes norbertinos. La mayoría de nuestros miembros actuales de la parroquia conocían al P. Ken DeGroot, que ministraba aquí durante más de 30 años y al P. Rod Fenzl, que nos ayudó muchos años. Y ahora conocen a los padres Jack McCarthy, Bill Ribbens, Jordan Neeck, Norbert N’Zilamba, John Kastenholz, Mike Brennan, Matt Dougherty, Brad Vanden Branden, Jim Baraniak, Steve VandenBoogard, Mike Weber, Patrick LaPacz, Hno. Jacob Sircy y Frater Johnathan Turba, e incluso el actual abad Dane Radecki y los ex-abades Tom DeWane y Gary Neville – todos estos hombres y otros Norbertinos nos han ayudado durante los 10 años que he sido pastor.

Que Dios siga bendiciendo la Parroquia de San Willebrord con pastores dignos, y que Dios bendiga la Abadía de San Norberto con hombres dedicados al Evangelio y a la vida comunitaria y al ministerio.

Paz, P. Andy